Si bien la cantidad y calidad de nutrientes varía según el tipo de fruto seco, en general, todos aportan buena cuota de calcio, magnesio y zinc, además de antioxidantes que ayudan a las células a contrarrestar la acción de los radicales libres y al organismo a mejorar su funcionamiento.
Pues bien, veamos entonces qué frutos secos incorporar y cuánto es su porción diaria adecuada.
Las nueces son el único tipo de fruto seco que destaca por una alta concentración de Omega 3, ácidos grasos esenciales necesarios para la formación de las membranas celulares, al tiempo que reducen el colesterol alto en sangre propiciando una mejor salud cardiovascular.
Las almendras, por su parte, contienen Vitamina E, antioxidante de primer orden, al tiempo que aportan ácido fólico y calcio, fibra y grasas vegetales saludables.
Por otro lado, una porción de sólo tres castañas te estará brindando la ingesta diaria recomendada de selenio, potente antioxidante. También contienen cantidades significativas de vitamina C y de minerales como el potasio, magnesio, fósforo y hierro.
Además de estos frutos secos, hay otros que bien podrás incorporar a tu dieta: avellanas, pistachos, y otras variedades de nueces como las de Macademia (similares a las avellanas y con buen aporte de Omega-3 y antioxidantes).
Con respecto al maní vale hacer un paréntesis: aunque suele ser consumido e incluido dentro del grupo de los frutos secos, es, en realidad, una legumbre. Si bien tiene ciertas propiedades, son mucho menores a las de los frutos secos antes mencionados.
El maní tiene alto contenido de grasas Omega 6 (aunque no son las peores que puedes consumir, no son tan beneficiosas como las primeras), vitamina E, magnesio y ácido fólico.
Finalmente, queda entonces preguntarse cuánto es la cantidad de frutos secos adecuada a consumir por día: pues, se considera que entre 40 y 60 gramos estaría bien.
Extraído de: Vitadelia
No hay comentarios:
Publicar un comentario