Sólo hay que moler la hoja seca de Stevia con un molinillo como los de café. Una vez ya tenemos ese polvo podemos agregarlo a las masas, o a cualquier otro alimento no líquido como yogures, frutas y otros. Recuerden que la proporción en relación al azúcar blanco común es de 5 o 6 veces inferior en volumen. Es decir, una cucharada de polvo de Stevia equivale a 5-6 cucharadas de azúcar.
Para hacer un edulcorante que se disuelva en líquidos se tiene que elaborar de la forma siguiente:
Colocar en una olla de 5 litros de agua hirviendo 100 gramos de hojas secas de Stevia y se cierra el fuego, dejando que repose unos 20 minutos. A continuación se filtra el agua separando la hoja para una nueva extracción. Los líquidos resultantes se someten a fuego lento o utilizando el calor del sol ,para conseguir una reducción casi total en la que solo quede un líquido oscuro parecido a una miel.
Si esta miel la llegamos a secar del todo, nos quedará una costra oscura como de azúcar moreno, que pulverizada en un molinillo se obtiene un edulcorante de 80 a100 veces más dulce que el azúcar y sin los inconvenientes y peligros de este.
La ventaja de utilizar las hojas finamente pulverizadas o hacernos nosotros mismos nuestro edulcorante (comparando con los comprados refinados de Stevia), es que mantendrán todas las propiedades medicinales naturales.
2 comentarios:
Gracias por tú receta, ya compré la Stevia. Mañana pruebo de prepararla
Hola Verónica.
Me he animado a fabricar el edulcorante tal y como pones aquí y quería preguntarte algo: ¿es necesario poner tanta agua a la hora de infusionar la stevia? Es que a la hora de hacer la reducción se tarda muchísimo en evaporar todo el agua. ¿Hay algún inconveniente en usar menos agua y así tardar menos y no tener encendido el fuego tanto tiempo?
Muchas gracias por tu tiempo.
Néstor
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